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(c) FAO 1995
La finalidad de esta guía es explicar los conceptions fundamentales de los costos de la comercialización agricola y de los márgenes o beneficios de la misma. En ella se especifican los principales tipos de tales costos, se aconseja sucintamente sobre la forma de calcularlos y se analiza la interpretación de los márgenas de comercialización.
El conocimiento de los costos y márgenes es indispensable para todos aquellos que intervienen en la comercializaciónde los productos agrícolas. Los agricultores interesados en la producción de nuevos cultivos tienen que saber perfectamente no sólo cuáles serán los gastos que probablamente originará tal producción sino también el costo de su comercialización. Los comerciantes que se dedican a la venta al por mayor y al por menor tendrán también que conocer a fondo, evidamente, cuáles serán sus gastos, si queren obtener algún beneficio. Por último, funcionarios gubernamentales que se ocupan de vigilar el rendimiento de los mercados agrícolas tienen que conocer perfectamente los costos de comercialización asi comos los márgenes, y tendrán que estar en condiciones de vigilarlos regularmente si se proponen conseguir mejoras convenientes, tales como la creación de nuevos mercados. Una de las finalidades de esta guía es corregir algunas de las ideas equivocadas pero muy difundidas que se tienen sobre los costos de comercialización. Los beneficios de los comerciantes se consideran con frecuencia excesivos, lo cual es debido a que el observador carece de una apreciación exacta de todos los gastos originados.
Esta guía será de particular utilidad para los extensionistas y funcionarios de comercialización cuando, durante el ejercicio de sus funciones, los agricultores les pidan que les asesoren sobre cuestiones de precios y comercialización. Podrá también ser utilizada en los centros de capacitación agrícola, en el ámbito de los cursos sobre comercialización. La guía puede servir asimismo de complemento a la publicación de la FAO La comercialización de productos hortícolas - Manual de consulta e instrucción para extensionistas (Boletín de Servicios Agrícolas de la FAO, No 76) y los correspondientes videos.
A. Sawadogo
Director General Adjunto
Departamento de Agricultura
La secuencia de etapas que tiene lugar para trasladar los productos desde la explotación agrícola hasta el consumidor constituye lo que suele denominarse cadena de comercialización. En la página anterior se han dado ejemplos de tales cadenas.
El consumidor puede vivir muy cerca del productor, como sucede si ambos viven en la misma localidad; pero podría también ocurrir que el consumidor viviera muy lejos, en otro país. Para que el producto llegue hasta él, es necesaria la comercialización. Las actividades inherentes a ella, cualquiera que sea su tipo, implican siempre gastos. En el caso más sencillo, el gasto consistiría simplemente en el tiempo que necesita el agricultor para trasladarse a pie al mercado más próximo y permanecer en él hasta que vende sus productos. Un caso más complejo seria que el producto permaneciera almacenado durante largo tiempo, luego fuera transportado a grandes distancias y sometido a diversos procesos antes de que adopte la forma en que es finalmente vendido.
¿Por qué el producto agrícola que se vende en una tienda o en un mercado al por menor alcanza a menudo un precio mucho mayor que el que se ha pagado al agricultor? Los gastos de comercialización no siempre se conocen perfectamente: es comprensible que los comerciantes o elaboradores tengan que pagar dinero para el transporte o el embalaje del producto, o para adquirir el combustible que requiere una fábrica de moler arroz o maíz, pero hay muchos otros gastos menos aparentes. Como tales gastos no son siempre visibles, se acusa frecuentemente a los que se dedican a la comercialización de obtener beneficios exagerados. La gente ve los precios que los comerciantes pagan a los agricultores, y al compararlos con los que pagan los consumidores por el mismo producto, llegan a la conclusión de que tanto los agricultores como los consumidores están siendo explotados. Algunas veces, naturalmente, los beneficios de los comerciantes son muy elevados, pero otras veces tales beneficios son escasos, o incluso negativos, y los comerciantes sufren pérdidas. Pero es evidente que, si la comercialización no ofrece a estos últimos un beneficio global, no estarán dispuestos a continuar dedicándose a esa actividad, y esto irá en perjuicio tanto de los consumidores como de los agricultores.
En general, cuanto más larga y compleja sea la cadena de comercialización, mayor será su costo. Por consiguiente, la simple comparación de los precios que se pagan al agricultor con los precios al por menor del producto agrícola no es una indicación exacta de la eficacia de la comercialización, ya que no tiene en cuenta lo que cuesta la cadena de comercialización desde que el producto agrícola sale de la explotación hasta que llega al consumidor. Si un agricultor vive a 20 km de distancia de un mercado, el porcentaje del precio final que percibirá será mayor que el que percibiría el agricultor que vive a 200 km de distancia, porque los gastos de transporte serían menores. El que cultiva un producto deteriorable, como el tomate, es probable que perciba un porcentaje del precio final inferior al del que cultiva un producto no deteriorable, como el coco, ya que, cuando aquél llegue al mercado, parte del mismo producto podría no estar ya en buenas condiciones de venta. El agricultor que cultiva manzanas podría percibir un porcentaje del precio al por menor inferior al que percibiría un agricul tor que cultive piñas, ya que las manzanas pueden ser almacenadas durante varios meses, para beneficiarse de un aumento de precio posterior, cosa que no sucede con las piñas; ahora bien, el almcenamiento cuesta dinero. Análogamente, el que cultiva cebollas puede obtener un beneficio del precio final al por menor inferior al del que cultiva coliflores, por la misma razón de que las cebollas pueden almacenarse durante varios meses. Por consiguiente, al comparar los precios que se pagan al agricultor con los precios de consumo es necesario conocer perfectamente todos los gastos originados; sólo entonces podrá saberse si se están obteniendo beneficios excesivos, si el sistema de comercialización es ineficaz, o si está justificado el alto coste.
En esta guía se explica brevemente lo que se entiende por costo de comercialización, y la forma de calcularlo; se discuten también los márgenes de comercialización. Será especialmente útil para los extensionistas y funcionarios encargados de la comercialización cuyo asesoramiento sobre tal materia sea requerido por los agricultores durante su trabajo. Por ejemplo, a veces convendrá a los agricultores trabajar juntos, en grupo, para comercializar también conjuntamente sus productos. Sin embargo, antes de actuar en tal sentido alguien, como el extensionista, tendrá que saber calcular lo que cuesta, a fin de que los agricultores puedan estar seguros de que el procedimiento de comercialización que se utilice es preferible a cualquier otro.
Como las prácticas de comercialización son muy diferentes según el país y el tipo de producto considerado, en esta guía sólo se pueden determinar los costos posibles, e indicar la forma de calcularlos. En un país, por ejemplo, los agricultores podrían llevar ellos mismos su producto al mercado al por mayor, mientras que en otro el producto podría ser manipulado por dos o tres intermediarios antes de que llegue al mercado. Incluso dentro de un mismo país, los métodos de comercialización pueden ser diferentes, y por ello es imposible establecer una metodología sencilla para calcular el costo. Por la misma razón, no existe, evidentemente, tal cosa como un costo <<razonable>> de comercialización de un cultivo que pueda ser utilizado por los extensionistas para comparar los costos dentro de su sector. El costo de comercialización de cualquier producto dependerá de las circunstancias del país y de la zona considerada.
Los funcionarios gubernamentales superiores que deseen conocer más a fondo los métodos de cálculo de los costos podrán consultar la publicación Costs, margins and returns in agricultura/ marketing, que puede solicitarse al Servicio de Mercadeo y Finanzas Rurales, o a la Sección de Distribución y Ventas de la FAO.
En el primer capitulo de esta guía se resumen los gastos de comercialización agrícola más importantes y se explican los motivos de que varien tanto. En los capítulos siguientes se examinan cada uno de los diferentes tipos de gastos (por ejemplo, los de embalaje, manipulación, transporte) con más detalle. Se expone, a continuación, la forma de considerar conjuntamente cada uno de tales gastos, a fin de determinar el costo total de la comercialización necesaria para que el producto llegue desde el agricultor al consumidor. En el capitulo final se examinan los márgenes de comercialización, y la forma de calcularlos y de interpretarlos.
Costos de preparacion y envasado del producto
Se supone que la recolección del producto y su traslado hasta la puerta de la explotación agrícola o la planta de envasado forma parte de los costos de producción. Así pues, el primer costo de comercialización es la preparación del producto. Tal preparación comprende la limpieza, selección, y clasificación del producto. El segundo costo que tienen que afrontar usualmente los agricultores o los comerciantes es el del envase. Este puede ser de diferentes tipos, desde un sencillo saco de yute, que representa menos del uno por ciento del costo de comercialización, a los envases de plástico, más perfeccionados, para el envio directo de las frutas a los consumidores en los supermercados, y que podrían representar un porcentaje mucho mayor.
Costos de manipulacion
En todas las fases de la cadena de comercialización, habrá que empaquetar y desempaquetar el producto, cargarlo y scargarlo, depositarlo en el almacén y volver a sacarlo del mismo. El costo de cada manipulación no será muy elevado, pero su suma total podría llegar a ser importante.
Costos de transporte
Una vez envasado, el producto agrícola es transportado. En muchos paises, el transporte inicial puede estar a cargo del agricultor o de su jornalero, llevando ellos mismos el producto, o utilizando carretas de tracción animal. O bien los comerciantes pueden enviar sus agentes a los agricultores para que recojan el producto y lo reúnan en una zona central. Como se ha indicado en la introducción, el costo de estas operaciones variará según la distancia entre la explotación agrícola y el mercado, pero también dependerá del estado de las carreteras. El agricultor que viva cerca de una vía importante de comunicación tendrá que sufragar gastos de transporte muy inferiores a los que tendrá que sufragar el que viva al final de una mala carretera, que perjudica mucho a los camiones, y que con frecuencia es intransitable. El costo del transporte será más bajo en los paises donde tanto los camiones como la gasolina cuestan menos que en los paises donde los derechos de importación son elevados. Los que quieran disponer de un camión de su propiedad deberán comprarlo y, por tanto, los costos serán más reducidos cuanto más bajos sean los intereses bancarios.
El costo del transporte es a veces fácil de calcular, porque el agricultor o el comerciante paga al transportista un precio fijo por kilogramo. Pero ¿cómo habrá que calcularlo cuando el precio se fije <<por contenedor,, o cuando el agricultor o el comerciante alquile un camión exclusivamente para transportar diversos cultivos? ¿Cómo se calcularán los gastos de transporte de un comerciante que sea propietario del vehículo?
Perdidas de productos
Es normal que se produzcan pérdidas cuando se comercializan productos agrícolas. Aun cuando no se desechen productos, éstos pueden perder peso durante el almacenamiento y el transporte; por consiguiente, el precio de venta al por menor de un kilogramo de un producto no puede ser comparado con el precio a que ha sido vendido por el agricultor. Algunas veces se registran pérdidas muy elevadas, especialmente tratándose de frutas y hortalizas deteriorables. Las mayores pérdidas se registrarán probablemente durante la temporada principal, cuando a causa de la superabundancia del producto haya habido que desechar, sin venderlo, gran parte del mismo. Por lo general, cuanto mayor sea la distancia entre la explotación agrícola y el consumidor, mayores serán las pérdidas probables.
La determinación de las pérdidas al calcular los costos de comercialización puede ser bastante complicada. En particular, desde que el producto agrícola es comprado, hasta su venta pueden haber todavía gastos, como los de envasado, transporte y almacenamiento. Aunque no haya pérdidas cuantitativas, pueden haber todavía pérdidas cualitativas, lo cual se reflejará en el precio a que se venda el producto.
Costos de almacenamiento
El almacenamiento es uno de los costos importantes de muchos productos. La finalidad principal del almacenamiento es prolongar la duración del producto, para que no haya necesidad de venderlo inmediatamente después de su recolección. Se supone que el precio del producto aumentará lo suficiente, mientras está almacenado, como para cubrir los gastos de tal almacenamiento. Esos gastos variarán en función de lo que haya costado la construcción y explotación del almacén, y también de lo que haya costado la compra del producto que se almacena. Si el almacén se mantiene completamente lleno durante todo el año, los costos serán evidentemente mucho menores que si se utiliza sólo algunos meses e incluso si durante ellos se mantiene medio vacio.
Costos de elaboracion
La elaboración es a menudo un factor importante de los costos de comercialización. Los productos en grano, como el arroz y el maíz, tendrán que ser molidos. Para calcular el costo total de comercialización habrá que tener en cuenta el factor de conversión del grano sin moler al grano molido, así como el valor de cualquiera de los subproductos. Por consiguiente, el precio que se pague al agricultor por un kilogramo de arroz cáscara no puede compararse directamente con el que pague el consumidor por un kilogramo de arroz molido, porque ya no se trata del mismo producto. Este hecho tan sencillo suele no tenerse en cuenta. De manera análoga, un fabricante de café no puede establecer una comparación directa entre el precio de exportación de un kilogramo de grano verde con el que recibirá por la venta de café en bayas 0 incluso el café en pergamino.
Los costos de elaboración podrán variar según la eficacia de la organización encargada de la misma, los rendimientos de las instalaciones y la frecuencia de sus operaciones. Variará también en función de lo que haya costado la organización, lo que dependerá, a su vez, de factores como el precio del combustible, los costos de depreciación, los derechos de exportación, las tasas y los salarios.
Costos de capital
Los costos de capital, que tal vez no son muy perceptibles, son de suma importancia. El comerciante quizás necesite dinero para sus operaciones y tendrá que pedirlo prestado al banco. El interés que devengue tal préstamo es uno de los factores del costo. Aún en el caso de que el comerciante utilice su propio dinero, no podrá decirse que no ha tenido ningún gasto, puesto que podría haber dejado su dinero en el banco, y obtener un interés, en vez de utilizarlo para tales operaciones. El costo de la utilización de sus propios fondos es, por consiguiente, el interés que ha dejado de percibir. Es lo que los economistas llaman costo de oportunidad.
El costo de oportunidad puede ser de otro tipo. Por ejemplo, el comerciante podría tal vez dedicar su tiempo a otros trabajos. Para que le interese la comercialización, el beneficio que obtenga de ella tendrá que ser mayor que el que pudiera obtener con otras actividades; y en muchos casos, tendrá que ser bastante mayor, especialmente cuando corra el riesgo de perder dinero.
Derechos, comisiones y pagos ocasionales
Los gastos que se han tomado anteriormente en consideración son los gastos más importantes ocasionados por la comercialización de un producto agrícola. Pero hay otros muchos gastos, y los que tengan que calcularlos tendrán que tener en cuenta todos ellos. Aunque en algunos de los paises podrían ser bajos, en otros paises podrían constituir una importante proporción de costo total. Las personas que tengan que utilizar los mercados tendrán que pagar los derechos de mercado. Con frecuencia tendrán que pagar también el pesaje del producto. Los comerciantes necesitan normalmente una autorización y pagar los derechos de licencia, así como las comisiones que cobran los mayoristas en algunos mercados. Tendrán también que pagar las tasas, y algunas veces, necesitarán dar propinas ya sea para poder conseguir un permiso para montar un negocio, o para resolver los conflictos que puedan surgir en la carre tera al transportar el producto. Todos estos gastos tendrán que ser tenidas en cuenta en los cálculos.
Precios y margenes
Por último, habrá que establecer una relación entre el costo y los precios fijados. En un mercado al por menor, los tomates podrían venderse, por la mañana, a un precio alto, que daría al parecer al comerciante un excelente beneficio; pero, en cambio por la tarde, el comerciante podría verse obligado a venderlos a un precio bastante más bajo, porque sabe que al día siguiente llegará al mercado un suministro de tomates frescos. Esta circunstancia tiene que ser tenida en cuenta cuando se compare el precio de venta con el que se ha pagado al agricultor. El precio que pague el consumidor eventual está compuesto de la cantidad- que se haya pagado al agricultor por su producto, más todo lo que se haya gastado hasta su presentación al consumidor en la forma en que éste lo compra, más un beneficio razonable, para los que se han ocupado de su comercialización y transformación, por tales actividades. El porcentaje del precio final que corresponde a la comercialización es conocido como margen de comercialización.
El margen de comercialización puede representar a veces un elevado porcentaje, lo cual puede servir de base para decir que los agricultores o los consumidores están siendo explotados. Sin embargo, en muchos casos los márgenes altos están plenamente justificados, dados los gastos originados. Si no se conocen bien esos gastos, y la forma de compensarlos, es imposible saber si los márgenes son o no razonables.
Costo de preparacion del producto agricola
La preparación para el mercado del producto agrícola suele llevar bastante tiempo, pero el dinero que se gaste al principio en preparar y envasar el producto será recuperado con creces, ya que permitirá aumentar los precios y reducir las pérdidas. Es de esperar que con el aumento del costo aumenten también las ganancias. Las operaciones de preparación del producto, que son efectuadas algunas veces por los agricultores, aunque más frecuentemente por los comerciantes, consisten, entre otras, en:
- limpiarlo, como por ejemplo, quitando la tierra y los cuerpos extraños;
- recortarlo, suprimiendo las raíces, tallos y hojas innecesanas;
- seleccionarlo, suprimiendo los desechos y los productos no comercializables (véase el Capitulo 5);
- curarlo, como se hace con las patatas, ajos y cebollas;
- clasificarlo, separando los productos por tamaños y calidades análogos, antes de empaquetarlos, con lo cual aumentará el valor de mercado del producto;
- encerarlo y envolverlo, como se hace, por ejemplo, con las naranjas, en algunos paises, con objeto de conservar el producto y hacerlo más atractivo para el consumidor.
Costos de envasado
Los productos agrícolas tienen que ser, casi todos ellos, envasados, exceptuando, en general, los frutos y hortalizas más grandes, como las calabazas y sandias, que pueden ser transportados a granel. Las hortalizas de hojas, como las coles, suelen ser también transportadas a granel; en este caso, las hojas exteriores sirven ellas mismas como una forma de envase, ya que protegen las hojas interiores. El envase, en este caso, no cuesta nada, pero debe tenerse en cuenta que las hojas exteriores suelen arrancarse antes de la venta, por lo que puede decirse que hay un costo en términos de pérdidas de producto.
Con el envasado se consiguen tres finalidades esenciales. En primer lugar, se proporciona un medio cómodo de manejo y transporte del producto. Es evidente que si hubiera que desplazar y cargar cada producto sin ningún tipo de envase el costo seria mucho mayor. En segundo lugar, se protege el producto. Los incesantes trabajos que se llevan a cabo para mejorar el envasado a granel tienen principalmente como objetivo, más que aumentar la comodidad del envase desde el punto de vista de la manipulación, aumentar la protección que él ofrece. Por último, al envasar los productos, quedan éstos divididos en cómodas unidades para su venta al por menor, haciendo así el producto más atractivo para el consumidor, lo que permite aumentar el precio a que pueda venderse. Cuanto más perfecto sea el envase, mayor será su costo.
El agricultor es muchas veces quien proporciona los envases, ya sean sacos de arpillera o de yute para el maíz o el arroz cáscara, que son utilizados en todas las operaciones de la cadena de comercialización. De otros envases más caros y complejos, como los cajones de plástico, suele ocuparse, en cambio, el comerciante.
Las frutas u hortalizas tendrán que ser envasadas y reenvasadas varias veces, según la extensión de la cadena de comercialización desde que pasan del agricultor al consumidor. El agricultor tal vez utilice uno de los tipos de envasado, por ejemplo, los sacos para llevar su producto al mercado, donde el comerciante lo trasladará a una caja de madera o un cajón de plástico, para trasportarlo al mercado de venta al por mayor. En este mercado, el minorista que compra el producto se lo llevará para volver a envasarlo en sus sus propios envases, por ejemplo, en sacos de plástico a fin de poder venderlo más cómodamente en su tienda. Todos estos diversos tipos de envase conllevan gastos, que tendrán que ser tenidos en cuenta al calcular-el costo total de la comercialización.
El costo más fácil de calcular es cuando los envases, sacos, cajas, cajones o cestas han sido utilizados sólo una vez. Después, para poder calcular el costo por kilogramo, es necesario saber la cantidad de productos que puede contener cada envase, lo cual, muchas veces, no es tan sencillo. At perfeccionar los envases a granel, se ha hecho todo lo posible por que estos envases puedan volver a utilizarse una y otra ves. En tales casos, es necesario hacer un cálculo aproximado de las veces que se i ha utilizado el contenedor, para llegar a un costo por jor nada. Hay que dejar también un margen para las reparaciones y para el costo de la devolución del envase vacio al punto de partida de la cadena de comercialización. Cuando el comerciante dispone de vehículo propio y todas estas operaciones se hacen en un mismo sentido -es decir, desde la explotación agrícola a los pueblos-, el costo de la devolución de los contenedores es mínimo, pero cuando, al contrario, tengan que pagarse por ella gastos de transporte, el costo del envasado podrá aumentar de manera significativa. En el Recuadro 1 se da un ejemplo de este cálculo.
El tipo de envase que se utiliza en un determinado país y en una determinada cadena de comercialización depende de los costos y beneficios de tal utilización. Es pues probable que los cajones de plástico se utilicen más para comercializar productos agrícolas en el pais donde se fabrican que en un país donde por tales cajones haya que pagar el 100 por ciento de derechos de importación. Los envases más perfectos serán masutilizados cuando permitan reducir de manera significativa las pérdidas; los productos agrícolas no deteriorables no requerirán envases caros, porque-- los beneficios que se obtendrian con su utilización serían marginales. Deberá estudiarse siempre detenidamente la posibilidad de utilizar envases mejorados, fabricados non matriales locales.
Recuadro 1
Cómo se calcula el costo del envasado
Supongamos que se envasen naranjas en cajas de madera que contengan 20 kg cada una, de forma que con reparaciones ocasionales puedan ser utilizadas para 10 viajes. Cada caja cuesta 10 dólares, y su limpieza y reparaciones, mientras duran, cuesta 2 dólares, a los que hay que añadir el dólar que cuesta la devolución del envase vacio a la zona de producción.
El costo del envasado por cada viaje será entonces:
[(costo original + reparaciones) ÷ número de viajes] +
transporte del envase vacio
es decir:
(10 dólares + 2 dólares) ÷ 10 viajes + 1 dólar = 2,20
dólares por 20 kg
y
2,20 dólares ÷ 20 kg = 0,11 dólares por kg
Es muy fácil no dar importancia a los costos de manipulación. El costo por kilogramo de cada manipulación es insignificante, pero antes de que el producto llegue al consumidor, se habrá sometido a muchas manipulaciones. La suma de todos estos pequeños gastos podrá ser, al final, una cantidad considerable, particularmente en los paises donde el costo de la mano de obra es relativamente elevado.
Algunas veces se puede tener una idea bastante precisa de los costos de manipulación. Por ejemplo, en los mercados de venta al por mayor, los portadores suelen cobrar una cantidad fija por cada caja o carreta, pero otras veces no se fija ninguna cantidad. Después hay que hacer un cálculo aproximado del costo por contenedor, dividiendo lo que cobre el empleado por el número de paquetes manejados. Cuando los empleados se han contratado temporalmente, o por horas -por ejemplo en el mercado- este cálculo puede ser bastante fácil; pero cuando la persona ha sido contratada por el comerciante para toda la jornada, el cálculo es más difícil, ya que podría pasar muchas horas sentado en el camión que se desplaza desde la explotación agrícola al mercado, y aunque no haga nada durante todo este tiempo, el comerciante tendrá que pagarle igualmente, si necesita su ayuda para cargar y descargar.
En una cadena de comercialización compuesta de agricultor, mayorista, minorista y consumidor, podríamos encontrarnos con las siguientes operaciones de manipulación:
- El agricultor o jornalero carga el producto agrícola en la carreta de bueyes;
- el jornalero descarga el producto en un mercado general y lo posa;
- el mayorista o su empleado vuelve a envasar el producto en los contenedores del mayorista;
- el producto es trasladado y cargado en el camión del mayorista;
- el producto es descargado en el mercado de venta al por mayor y trasladado a los locales del mayorista o de su agente, donde es pesado;
- el producto es desempaquetado, seleccionado o clasificado;
- el producto vuelve a envasarse en los contenedores del minorista;
- el producto es trasladado al almacén del minorista;
- el producto es descargado en el almacén del minorista;
- el producto vuelve a envasarse en sacos de plástico.
El transporte del producto hasta el mercado ocasiona gastos a los agricultores, y a los comerciantes, durante las diversas etapas de la cadena de comercialización, hasta que llega al consumidor. Estos gastos son a veces obvios, como cuando se trata del pago efectuado directamente por el agricultor o el comerciante al propietario de un camión o de una embarcación, o de un pago por pieza. Pero otras veces, tales gastos son menos directos, por ejemplo cuando el comerciante o el agricultor posee y explota su propio vehículo.
Otras veces, no se desembolsa ningún dinero, pero sigue habiendo un costo de oportunidad: por ejemplo, si un agricultor utiliza el transporte animal, o una bicicleta, o incluso lleva él mismo su producto al mercado colectivo, podría hacer otras cosas durante este tiempo. Este es un factor importante de los costos de comercialización, cuando el agricultor, pudiendo vender su producto en la propia explotación agrícola, ha considerado que obtendrá más ganancias si lo lleva al mercado; en cambio, si el agricultor no tiene más alternativa que llevarlo al mercado, el tiempo perdido habrá de ser considerado, más propiamente, como parte de los gastos de producción. Si el agricultor no lleva el producto al mercado no podrá venderlo
Cuando los conductores de los camiones que llevan los productos agrícolas al mercado son pagados por pieza, el cálculo del costo de comercialización es más fácil! pero este medio de transporte suele resultar más caro. Estos conductores no saben si podrán llenar o no sus camiones, por lo que para calcular lo que tienen que cobrar por pieza suponen una carga media, durante la temporada o el ano, que sea inferior a la capacidad del vehículo. Por lo tanto, los comerciantes o agricultores que trabajen en grupo podrán, si están seguros de que pueden llenar completamente un vehículo, reducir sus gastos de transporte alquilando entre todos un camión. Por lo general, cuanto más grande sea el camión que puedan alquilar y llenar, más barato resultará el costo del transporte por unidad. Los extensionistas que intervienen en la comercialización podrán desempeñar una importante función ayudando a los agricultores o a los comerciantes a organizarse con este fin.
Cuando el transporte del producto agrícola se paya por pieza, es sencillo dividir el costo por contenedor por los kilogramos que éste puede contener. Si se alquila un camión, o si el comerciante utiliza el de su propiedad, el cálculo es más difícil, ya que el vehículo podría ser utilizado para varios productos diferentes, que se habrán envasado en contenedores de diferente tamaño. En casi todos los camiones, el factor que limita la carga no es el peso sino el espacio disponible. Por consiguiente, los productos con un bajo cociente pesovolumen -por ejemplo, los pimientos verdes- deben tener un costo por kilogramo superior a aquellos en los que el peso es mayor en relación con su volumen. Esto requiere un cálculo aproximado del volumen de los contenedores que se utilizan para cada producto. El espacio disponible en cada camión menos un margen de tolerancia para el espacio que no puede utilizarse a causa de la forma de los contenedores se dividirá después por el volumen del contenedor, pudiéndose así calcular el costo por kilogramo. En el Recuadro 2 se da un ejemplo de este cálculo.
El cálculo se hace más complicado cuando el propietario posee su propio vehículo, y hay que evaluar el costo del transporte. Son tantos los factores que hay que tomar en consideración para calcular el costo por kilogramo y por día que es preferible evitarlo, a menos que se disponga de otro tipo de información que permita calcular tal costo. Si, por ejemplo, algunos comerciantes utilizan su propio medio de transporte, mientras que otros alquilan camiones pagándolos por viajes o por pieza, este último costo es el que mejor podrá tomarse como base para saber lo que costará a un comerciante que tenga su propio camión.
Como es frecuente acusar a los comerciantes y a los propietarios de camiones de recargar los gastos, hay que tener bien presente los gastos que les ocasiona el transporte. Estos son, entre otros:
- el sueldo que se paga al conductor, y, si son importantes, a su ayudante;
- el costo de la gasolina, los gastos de mantenimiento, reparación y análogos;
- el costo de las licencias, peajes, seguros y otros pagos necesarios;
- los gestos imprevistos durante el camino, como las cantidades que hay que depositar o las propinas que hay que dar en caso de bloqueos, officiales o no oficiales, de la carretera, y los derechos de entrada al mercado;
- el dinero que ha costado el vehículo. Cuando se calcula el costo anual de funcionamiento de un camión, hay que tener en cuenta no sólo los intereses bancarios del préstamo sino también la depreciación anual o pérdida de valor del camión. Cuando las carreteras están en mal estado, los camiones podrían durar sólo algunos años, es decir que el gasto de depreciación será considerable.
Una vez determinados los gastos anuales de transporte habrá que tomar en consideración el trabajo que el camión podrá realizar en un año, a fin de calcular el costo por tonelada y por kilómetro. Esto dependerá de:
- los períodos en que el producto agrícola está en condiciones de ser comercializado;
- los restantes usos a que podrá destinarse el camión en sus viajes de regreso, o cuando no se utilice para la comercialización agrícola;
- los días en que el camión no pueda utilizarse por averías, reparaciones, otros servicios, y análogos;
- cuando se dispone tanto del camión como del producto agrícola, el número de viajes y de kilómetros que este último podrá efectuar.
Recuadro 2
Cómo se calculan los costos del transporte
Supongamos que el camión que va a utilizarse tiene una cabida útil de 40 m3, y que su alquiler cuesta 500 dólares. En un contenedor de 0,2 m3 se depositan 8 kg de tomates y en otro de 0,4 m3, 10 kg de pimientos verdes.
El costo del transporte de los tomates, por contenedor y por kilogramo será:
500 dólares ÷ (40 m3 ÷ 0,2 m3) =
2,50 dólares por contenedor
y
2,50 dólares ÷ 8 kg = 0,3125 por kilogramo
Mientras que el costo del transporte de los pimientos verdes por contenedor y por kilogramo será:
500 dólares ÷ (40 m3 ÷ 0,4 m3 )
= 5,00 dólares por contenedor
y
5,00 dólares ÷ 10 kg = 0,50 dólares por kilogramo