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Métodos de control de las enfermedades intestinales
Nota Técnica No. DIS. 2.M.4
Las enfermedades intestinales son aquellas que afectan el tracto gastrointestinal de los humanos. Son ocasionadas por bacterias, por parásitos y por virus. Los organismos transmisores de la enfermedad los transmite la persona infectada en las heces y en la orina. Otras personas se contagian cuando adquieren los agentes causantes de la enfermedad al comer comidas sucias o al beber agua contaminada con materias fecales. Las enfermedades intestinales son muy comunes en todo el mundo y, en algunas zonas, una gran parte de la población está infectada siempre.
La nota técnica discute las medidas que pueden instituirse para controlar la propagación de las enfermedades intestinales. Se da mucha importancia a las medidas básicas de prevención que deben tomarse para que en las casas y en toda la comunidad existan condiciones higiénicas.
Definiciones Utiles DESHIDRATACION - Estado en el que el cuerpo pierde más liquido del que recibe. HECES - Los residuos del organismo, que salen por los intestinos. PARASITO - Gusanos, insectos o ácaros (gorgojos) que viven dentro o en los animales y las personas. EVACUACION - Excremento humano, o movimiento del intestino. VIRUS - Gérmenes más pequeños que las bacterias que causan algunas enfermedades infecciosas (fácilmente transmisibles). |
Transmisión de la Enfermedad
Las enfermedades intestinales se transmiten por medio de la vía fecal-oral. Las bacterias, los parásitos o virus (gérmenes) pasan del cuerpo de una persona infectada en las heces. Los gérmenes entran después por la boca, en el cuerpo de una persona no infectada. Existen dos maneras por medio de las cuales los gérmenes pueden entrar en una persona no infectada, o entrar de nuevo en la misma persona:
La Tabla No. 1 detalla las principales enfermedades intestinales y sus vías de transmisión. La diarrea es uno de los síntomas principales de toda enfermedad intestinal. Si las comidas no se refrigeran, muchos tipos de gérmenes pueden crecer en ellas. El cólera y la fiebre tifoidea son enfermedades peligrosas para las personas de toda edad. El cólera es una enfermedad intestinal especialmente peligrosa. Las enfermedades intestinales ocasionan la mayor parte de las muertes que se registran de niños. La diarrea es la causa principal de mortalidad en niños pequeños en la mayoría de los países en desarrollo. Ocasiona la muerte por deshidratación.
Tabla No. 1. Principales Enfermedades Intestinales y sus Vías Comunes de Transmisión
Enfermedades | Organismos que las Causan | Vía Común de Transmisión |
Cólera | Vibrión de cólera, incluyendo biotipo El Tor | Hombre - heces - agua y alimento - hombre |
Fiebre Tifoidea | Salmonella typhi | Hombre - heces - agua y alimento - hombre |
Fiebre Paratifoidea | Salmonella paratyphi: A, B, C, | Hombre - heces - agua y alimentos - hombre |
Disentería Bacilar | Shigella | Hombre - heces(moscas) alimentos(agua) - hombre |
Disentería Amebiana | Amebas históliticas | Hombre - heces(moscas) alimentos(agua) - hombreq |
Hepatitis Infecciosa | Virus Hepático tipo A | Hombre - heces - agua y alimentos - hombre |
Enfermedades Diarréicas | Shigella, salmonella, Escherichia coli, parásitos, virus | Hombre - heces(moscas) alimentos(agua) - hombre |
Control de las Enfermedades Intestinales
El control de las enfermedades intestinales comprende tres actividades importantes, relacionadas entre si: un programa de educación sanitaria, un programa de salubridad y de agua garantizada, y el tratamiento de los pacientes en la casa. Estas tres actividades deberán realizarse en forma simultánea y continua.
Educación Sanitaria
En las comunidades, la mayoría de las enfermedades intestinales resultan por falta de medidas sanitarias y de agua de buena calidad. Un programa de educación sanitaria adecuado es muy necesario para que las personas comprendan la relación que existe entre una mejor higiene y una mejor salud. Los programas de educación sanitaria que tienen como finalidad eliminar las enfermedades intestinales, deberá incluir los siguientes puntos:
Por medio de programas de educación sanitaria, las personas deberán empezar a pensar en el problema y a crear el deseo de cambiar de manera de proceder para solucionarlo. Cuando las personas se dan cuenta de la necesidad de letrina y de lavarse sus manos, y se dan cuenta también de cómo se contamina el agua, así como del papel que las moscas y otros vectores juegan en la propagación de la enfermedad, estarán más deseosos de hacer algo para que la situación cambie.
Medidas Preventivas
Hay varias medidas que pueden tomarse, ya sea para eliminar la causa de la transmisión de la enfermedad, o para prevenir que los gérmenes existan.
Letrinas
Figura 1. Ubicación Correcta del Excusado
Figura 2. Cubra Bien el Orificio de le Letrina
Abastecimiento de Agua
Figura 3. Protección Propia del Abastecimiento de Agua
Higiene
Para preservar la salud, es muy importante adoptar métodos de aseo personal y de la casa. Los hábitos de higiene que se detallan a continuación son esenciales para controlar la propagación de las enfermedades intestinales. En la Figura No. 4 se muestran algunas de estas costumbres.
Figura 4. Medidas Preventivas Individuales
Medidas de Tratamiento
Al mismo tiempo que se ponen en práctica medidas de educación sanitaria y de prevención, deberán adoptarse medidas para el tratamiento de pacientes que sufren de enfermedades intestinales. Cuando se presenta la diarrea, el organismo pierde rápidamente los líquidos y la sal, los cuales deberán devolvérsele al cuerpo. Muchos niños mueren de diarrea o de disentería cuando no tienen suficiente agua en sus cuerpos. Insista en dar líquidos con frecuencia, a la persona que tiene diarrea. En casos severos en los niños, se les deberán dar líquidos para rehidratarlos. Preparación de una bebida de rehidratación: agregue a un litro de agua hervida, dos cucharaditas de azúcar, un cuarto de cucharadita de sal, y un cuarto de cucharadita de polvo de hornear. Dé sorbos de esta toma cada cinco minutos, día y noche, hasta que el niño empiece a orinar normalmente. Un adulto necesita por lo menos 3 litros de agua cada día, mientras que un niño necesita solo un litro. En la Tabla No. 2 se da una lista de los alimentos que deberán y no deberán comerse cuando la persona tiene diarrea.
Tabla No. 2 Alimentos que se Darán a una Persona con Diarrea
Cuando la persona tiene vómito o se siente enferma para deberá beber:
tés
agua con hielo
pollo, carne, huevos, o caldo de frijoles
Kool-Aid o alguna bebida azucarada similar
LA SOLUCION PARA REHIDRATACION
Lecha materna
En cuanto la persona pueda comer, además de darle los líquidos que se indican en la demasiado columna a la izquierda, deberá comer algunos comer, de los alimentos que se detallan a continuación, o similares:
alimentos que le proporcionen energía
bananos maduros o cocidos
galletas
arroz
avena u otro cereal bien cocido
maíz fresco (bien cocido y majado)
papas
compota de manzana (cocida)
papaya
alimentos que le vigoricen
leche (algunas veces causa problemas)
pollo (hervido o asado)
huevos (cocidos)
carne, bien cocida, sin grasa y sin gordos
frijoles, lentejas, o chícharos (bien cocidos o majados)
pescado (bien cocido)
NO DEBERA COMER NI BEBER LO SIGUIENTE:
alimentos grasosos o mantecosas
frutas ácidas crudas
babanos cocidos en manteca
comidas muy condimentadas
bebidas alcohólicas
cualquier clase de laxantes o purgantes
Cuando la diarrea es muy severa y parece que no se detendrá, continúe dando líquidos al paciente y busque la ayuda de un médico inmediatamente. Busque la ayuda médica en los casos siguientes:
Estas condiciones nos indican que en el sistema hay una enfermedad intestinal más seria y, por consiguiente, será necessario un tratamiento con medicinas.
(Tomado de: AID Agua para el mundo, Nota Técnica No. DIS. 2.M.4.)
Agua, heces, comportamiento y diarrea
Si únicamente se majoran la calidad del agua o las letrinas, ello tendrá muy poco o ningún efecto en la incidencia de las enfermedades diarréicas. Richard Feachem discute el problema y manifiesta que únicamente si se planifica un programa integrado de control, éste puede causar buenos resultados, a largo plazo.
La rehidratación oral y los otros enfoques curativos que se hagan para combatir la diarrea pueden traer resultados positivos sobre la mortalidad, pero no podrán menguar, en forma significativa, la transmisión o la incidencia de las infecciones y de las enfermedades. La mayor parte de los niños pueden mantenerse con vida mediante programas amplios de curación, poniendo a la disposición de las personas de la aldea, la terapia sencilla, pero las personas continuarán infectándose con regularidad. Por consiguiente, el objetivo principal que persiguen los programas para combatir la diarrea, deberá controlarse.
Cómo se logra este control?
Se le pueden dar tres enfoques al problema:
A la larga, se logrará el control combinando las medidas anteriores, pero es importante mencionar que en los países desarrollados, en comunidades en donde viven personas adineradas, se ha logrado el control combinando únicamente las dos primeras medidas.
Transmisión
La opinión clásica sobre la transmisión de las enfermedades diarréicas, derivada de estudios sobre brotes epidémicos urbanos con fuentes comunes, era que la transmisión está asociada principalmente con el agua potable contaminada por materias fecales - en otras palabras, se origina en el agua. Esta opinión se ha ido modificando progresivamente, a medida que se han revelado más y más informaciones sobre la transmisión de las enfermedades diarréicas, tanto en situaciones endémicas como epidémicas, no originadas por el agua.
Ahora parece muy probable que entre la gente pobre de los países en desarrollo, el mayor número de organismos que causan la diarrea, se propagan por las vías fecales, en donde no hay agua contaminada de por medio. Los patógenos que son causantes de diarrea se transmiten del ano a la boca de la persona, y esto ocurre muy frecuentemente en las comunidades pobres y muy pobladas.
La transmisión originada por el agua no es sino un caso especial de transmisión fecal-oral, y la mayor parte de las autoridades sanitarias estarán de acuerdo en que la propagación de rotavirus, shigellas, enterotoxigenic E. coli y Entamoeba histolítica se origina por vías que no tienen nada que vea con el agua. Existe un concenso menos definido sobre la transmisión del cólera. Algunas personas sugieren que el cólera tiene su origen en el agua; otras opinan que en ciudades como Bangladesh, tiene su origen en el agua, pero no es ese el caso en otros lugares. Sin embargo, un tercer grupo mantiene la opinión de que en ninguna parte en donde se presenta tiene su origen en el agua.
Calidad del Agua
Al mejorar la calidad del agua, se reduce la transmisión de las enfermedades por medio del agua. Muchas personas beben agua tremendamente contaminada (que contiene hasta 104 E. Coli por cada 100 mililitros) de pozos abiertos, piletas o arroyos. Si se reemplazan estas fuentes de agua, por agua que se obtiene de las cañerías o de pozos protegidos o cubiertos, mejorará en gran medida la calidad del agua, y, por consiguiente, la transmisión originada por el agua se reducirá. Sin embargo, en estudios realizados en Bangladesh(1)0, Guatemala(2), Lesotho(3), los Estados Unidos de América(4) y otros países, se ha descubierto que el mejorar la calidad del agua no ha producido el efecto esperado en la incidencia de las enfermedades diarréicas. Una explicación posible para eso es que las enfermedades diarréicas en las comunidades estudiadas, no tenían su origen en el agua.
(1) Levine, R.J. et al. 1976 Los pozas no han logrado proteger a las personas contra el cólera y otras enfermedades diarréicas en Bangladesh. El Lancet, 10 de julio de 1976: 86-89
(2) Gordon, J.E., Behar, M. y Schrimshaw, N.S. 1964 Enfermedades Diarréicas Agudas en Países menos Desarrollados. Boletín de la Organización Mundial de la Salud, 31: 1-28.
(3) Feachem, R. et al. 1978 Agua, Salud Y Desarrollo. Tri-Med, Ltd., Londres.
(4) Schliessmann, D.J. et al. 1958 Relación de los Factores Ambientales con la Presencia de Enfermedades Intestinales en la zona Occidental de Kentucky. Monografía sobre Salud Pública No. 54, Washington: Oficina Impresora del Gobierno de los Estados Unidos.
Disponibilidad y Uso del Agua
Si los patógenos que causan la diarrea no son transmitidos por el agua (e.j., en las manos, la ropa o la comida) es muy importante mejorar el aseo personal y doméstico. Esto se dificulta y es casi imposible de lograr, cuando el abastecimiento de agua se encuentra retirado de la casa y las personas deben acarrearla, con muchos trabajos, en recipientes pequeños. También se dificulta cuando la llave que está cerca de la vivienda suministra agua intermitentemente. Para mejorar la limpieza, tanto personal como de la casa, es necesario contar con agua abundante (cerca de 30-40 litros por persona, diariamente), el abastecimiento deberá estar cerca de la casa y a la disposición las 24 horas del día, durante los 365 días del año. Cuando se dispone de suficiente agua, ésta debe utilizarse bien; haciendo buen uso de ella se podrá mejorar la limpieza. Esto se discute más adelante.
Disposición de las Heces
Los patógenos causantes de la diarrea se esparcen en las heces fecales, por consiguiente es muy importante exterminarlas en debida forma. Cada familia deberá tener acceso a una letrina, la que deberán usar siempre y mantener limpia, todos los que la usen. La letrina deberá parecer atractiva a quienes la usan. Estudios realizados han demostrado que la construcción de letrinas no reduce, necesariamente, la incidencia de las enfermedades diarréicas. Esto sucede, probablemente, porque las letrinas no se usan, porque no las mantienen limpias, o porque los niños, que constituyen el núcleo más importante de la población, no las han usado.
Comportamiento
Si se dispone de un buen abastecimiento de agua y de letrinas, se logrará muy poco, a menos que las personas comprendan la necesidad de que existan, les guste usarlas, las mantengan limpias y las usen, en realidad. Por consiguiente, todos los proyectos de agua y de exterminio de heces fecales, deberán ir acompañados de programas enérgicos de educación de la comunidad, los cuales deberán planificarse muy bien y deberán ponerse en práctica con la colaboración de la comunidad. Deberá insistirse en el lavado de las manos, lo cual será muy provechoso.
Concéntrese en los Niños
Los niños no son únicamente quienes más sufren por la diarrea, sino que también constituyen la fuente principal de infección. Es en los niños en donde las proporciones de infecciones sintomáticas y asintomáticas son más elevadas, y es en sus heces en donde se propagan con más facilidas las infecciones, las que transmiten a los otros miembros de la familia y a los vecinos. La atención que se de al sistema de defecación y a la higiene de los niños es algo vital; lamentablemente, la descuidan mucho los programas de control de enfermedades diarréicas.
Cuando se trata de educar niños menores de cuatro años, los programas educativos deberán estar dirigidos a sus padres, especialmente a las madres. Cuando los niños son mayores, es importante educar tanto a los niños como a sus padres. La planificación de programas educativos que se haga para cambiar los hábitos de higiene de los niños, variará enormemente de una comunidad a otra. Sin embargo, en muchas civilizaciones (incluyendo la mía propia, en Inglaterra), los padres con frecuencia creen que las heces fecales de los niños pequeños son inofensivas. Seria relativamente sencillo planificar un programa para transmitir el mensaje de que las heces de los niños pequeños son peligrosas.
Un Enfoque Integrado
Existe suficiente evidencia de que si sólo se mejora el agua o sólo se mejoran las letrinas, ello tendrá muy poco o ningún efecto en la incidencia de las enfermedades diarréicas. Debemos esperar, y existe evidencia para apoyar esto, que la combinación de varios elementos como por ejemplo, agua de mejor calidad, mayor disponibilidad de agua, letrinas aseadas y que reunan todas las condiciones necesarias, y programas educativos prolongados, traerá resultados satisfactorios.
El impacto de un enfoque integrado será claramente diferente, en los diferentes tipos de diarrea. Por ejemplo, el cólera, la tifoidea y la shigelosis podrán disminuir considerablemente, mientras que la diarrea virulenta probablemente no responderá satisfactoriamente.
No obstante, el objetivo deberá ser planificar y proporcionar programas integrados que resulten beneficiosos, los cuales ayudarán a reducir el estado de enfermedad en las personas, así como también la mortalidad, aún antes de que se haya mejorado el estado del pobreza. Aún por definirse está la integración más costosa y más efectiva del agua, la salubridad y la educación, lo cual constituye una de las prioridades principales del sector de investigación de la OMS en su programa de Control de Enfermedades Diarréicas, el cual describiremos en la próxima edición del Diálogo sobre la Diarrea.
(Tomado de: Diálogo sobre la diarrea, 4 edición, febrero 1981, pp. 4-5)
Cuidado fundamental de la salud
La recomendación que hiciera el Comité Conjunto sobre Política de Salud de la UNICEF-Organización Mundial de 1a Salud (OMS) en 1975, fué el primer reconocimiento oficial que se hizo del concepto cuidado fundamental de la salud, el cual ha estado ganando ímpetu constante en los últimos años. Salud se elevó a un nivel de importancia más alto, en 1a Conferencia Internacional sobre de Salud, celebrada en Alma-Ata, Rusia, en septiembre de 1978, auspiciada conjuntamente por 1a OMS y 1a UNICEF. En ella, delegados de 140 países y un gran número de Organismos No-Gubernamentales, aprobaron por unanimidad 1a Declaración de Alma-Ata, 1a cual exige una acción urgente y efectiva, internacional y nacional, para el desarrollo y ejecución de programas dirigidos a 1a salud en todo el mundo, especialmente en los países en desarrollo, tendientes a lograr "un nivel aceptable de salud para todos en el mundo, para el año 2000."
Comunidad, Comunicación y Practicantes de la Salud
por Cecile De Sweemer
Al igual que otras actividades del proceso de evolución, el cuidado fundamental de la salud en los países en desarrollo depende en gran medida de la comunicación. Esta dependencia se vea reforzada, tanto por el mandato especial de cuidado fundamental de la salud, como por la importancia que se da a la salud en otras tareas de desarrollo. El cuidado fundamental de la salud trata de prestar cuidados promotores preventivos y curativos para la mayoría de las enfermedades comunes, a través de los medios más efectivos posibles en relación a su costo. Tiende directamente a reducir la patología y la mortalidad, y cuando existe una motivación apropiada, puede aprovecharse para que haya una amplia disponibilidad de los servicios relacionados, tales como planificación familiar. Por lo tanto, contribuye mucho en el aspecto del desarrollo denominado "calidad de vida" y puede tener un fuerte impacto en la percepción que las personas tengan de sus logros en el desarrollo.
Maurice King, en su libro Cuidados Médicos en los Países en Desarrollo (Nairobi, Editorial de la Universidad de Oxford, 1966) propone una serie de principios en los que deberían estar basados los cuidados fundamentales de la salud. Estos planteamientos tienen tanta importancia hoy día, como cuando se formularon:
En realidad, el esfuerzo permanente es "obtener el máximo provecho traducido en bienestar humano con el poco dinero y con la poca habilidad de que se dispone."
Los proyectos de la salud en todo el mundo han descubierto que el cumplimiento de la salud depende de la calidad y de la magnitud de la comunicación. Los programas de "extensión," de "educación sanitaria" y de "orientación a la comunidad" han tratado todos de captar la esencia del proceso de comunicación. Constituyen calificativos incompletos, en cuanto a que parecen involucrar una comunicación unilateral, de las instituciones que ofrecen los servicios de salud a las personas. Los casos que han obtenido resultados satisfactorios, han sobrepasado este patrón, fomentando la retroacción por parte de las comunidades y reconociendo en la planificación del programa, la importancia de una comunicación cara a cara entre los miembros de la comunidad.
En los países en desarrollo, el cuidado fundamental de la salud incluye, en forma parcial únicamente, los servicios que se prestarán a las personas en las esferas curativa y preventiva. También constituye un empeño mayor la reorientación de la actitud de las personas en lo relativo a la salud, proporcionándoles nuevos conocimientos y nuevas habilidades. Los servicios preventivos y curativos obtienen parte de su provecho de la función que ejercen en apoyo de los medios de comunicación por modificar la actitud hacia la salud.
Por ejemplo, en la mayoría de los países en desarrollo, la diarrea constituye la causa principal de mortalidad, especialmente en niños pequeños. Por lo menos una tercera parte de las muertes de niños recién nacidos que ocurren en América Latina se atribuyen a la diarrea. La diarrea ocasiona la muerte por la deshidratación y el shock que produce. Si se empieza a aplicar la rehidratación oral desde que se produce la primera evacuación anormal, se reducen grandemente los riesgos de que la diarrea tenga resultados fatales.
Por lo tanto, los servicios curativos de la diarrea deberán ir acompañados de un mayor empeño por educar y enseñar a la madre del niño enfermo, como actuar para preparar y administrar las soluciones sencillas de agua-sal-azúcar para la rehidratación oral. Si se le enseña a la madre esto cuando su hijo tiene un problem diarreico, se desarrollará en ella un mayor deseo de aprender y obtiene una retroacción inmediata sobre la factibilidad y aprovechamiento de la nueva actitud. La comunicación resulta aún más eficaz, si el que ejerce o practica los cuidados de salud utiliza a una madre "satisfecha" para ayudar a enseñar la nueva actitud hacia la salud. Esto no sólamente estimula el proceso educativo, sino que también fija unprecedente al animar a la madre a que a su vez, comunique la nueva información recibida. Este tipo de comunicación es probable que llegue a un mayor número de habitantes en forma más rápida, causando un impacto más profundo que el que podrían lograr a través de los mismos encargados de practicar las técnicas de salud.
(Tomado de: Informe sobre desarrollo de la comunicación no. 27, julio 1979, pp. 1, 3)